MAMA

Mama, una palabra tan vital en cualquier idioma, cuatro letras que lo son todo para mí cuando las dice mi bebé, mama de alegría, amor, ternura, mama de miedo, pena, rabia, mama de travieso, divertido, risueño… en cualquiera de las maneras, cuando le oigo, el corazón me da un brinco.
¿quién me lo iba a decir? nunca me he considerado demasiado maternal, de hecho nunca fui de esas mujeres que de siempre han querido niños, ¡ni siquiera me gustaban especialmente! Solo para un ratito y de hecho siempre había pensado que no se me daban bien, demasiado movidos, demasiadas preguntas que a veces sin querer me hacían daño… siempre creí que conmigo se aburrirían. Hasta que casi sin darme cuenta, fui cambiando y sentí la que dicen la llamada de la naturaleza, ¡sí! aunque suene a tópico fue así y poco a poco y junto a Juanjo, fuimos imaginando lo que sería tener un bebé, planteándonos si podríamos o no, qué necesitábamos, qué sacrificaríamos y si estábamos dispuestos a ello… y así hemos llegado hasta hoy, con mi pequeño vikingo conocido también como koalita, de once meses ya.
¿Me arrepiento o me he arrepentido en algún momento de ser mamá? ¡nunca! es una experiencia imposible de contar con palabras, día tras día me hace descubrir que es posible querer más y más a mi bebé y sin límites, también me hace descubrir facetas de mi carácter que no me gustan nada y eso me ayuda a conocerlas y aprender a corregirlas o al menos atenuarlas.
Una sonrisa suya, una caricia de sus manitas, uno de sus besitos de caracol, un abrazo, sus bracitos lanzados hacia mí, su sueño tan relajado y profundo encima mío, mi melena como su peluche preferido para agarrar y dormirse… me hacen sentir un mundo de felicidad.
Sus progresos, sus primeros dientecitos, su evolución en la guardería, su gateo motorizado que ya a va a 100 por hora, sus pasitos siempre sujetado por mí, su afán imparable de descubrirlo todo, su fuerza al ponerse él solito de pie cogido a cualquier cosa que le sirva, su traza al hacer ya la pinza con los deditos y coger la comida, sus intentos cada vez más exitosos de llevarse la cuchara a la boca y comer, su afición a probarlo todo y a que casi todo le guste, sus cada vez más palabritas… me hacen sentir un orgullo inconmensurable por todas y cada una de sus hazañas.
También están sus gritos de rabia, sus manotazos, arañazos, patadas, tirones de pelo, llantos desesperados para expresar algo que no sabe decir con palabras y que a veces no somos capaces de entender y nos hace desesperar, perder la paciencia, alzarle la voz y en ocasiones, tener que alejarme un momento dejando a Juanjo al mando del barco, o viceversa, para poder reducir las revoluciones, desconectar y retomar la calma necesaria para volver y saber acompañar al pequeño en esos momentos.
Ni en las noches de insomnio, ni en las de levantarnos cada hora porque el peque llora, ni en todas las cenas con amigas canceladas o pospuestas, cafés o paseos por la tarde de chicas que no hago o hago uno de cada diez, ni todas las diarreas que toca limpiar, ni cacas en los momentos más inoportunos cuando he logrado que estemos listos para salir, ni las rabietas cuando tardo mucho en darle de comer y golpea el plato, mete las manos, se ensucia entero… nada de todo eso ha hecho jamás que me replanteara mi decisión o que me arrepienta ni un ápice.

Esto son reflexiones, pinceladas de lo que siento siendo mamá, pero este post tiene otro propósito igual o más importante que es que también conozcáis de primera mano, qué es para Eric su mama, y con ayuda de su papi nos lo cuenta. No puedo evitar llorar y emocionarme cada vez que lo escucho, ¡amor de madre!
¡Gracias bebito y gracias Juanjo por haberme hecho el regalo más maravilloso por el día de la madre!
Us estimo.

Para mi mama

Rincón de la lectura: Los Hijos del Dios Tuerto

¿Quieres cambiar tu destino, Harek Haraldsson? Llegarán tras el deshielo. Llegarán sedientos de sangre, sedientos de vidas, sedientos de venganza. Y no puedes impedirlo.
¿Quieres cambiar tu destino, Loki? Tu camino está trazado. El camino hacia la traición, hacia la muerte, hacia la destrucción de los mundos. Y no puedes evitarlo.
El destino no se puede esquivar. El destino no se puede cambiar. El destino es.

Las nornas tejen en su tapiz el pasado, presente y futuro de los nueve mundos, entrelazando los hilos de las vidas de dioses, hombres y monstruos. Ocultas bajo las raíces de Yggdrasill, las tres hilanderas empiezan a hilvanar un hilo de oro: el hilo de un héroe, Harek Haraldsson, jarl de un clan de vikingos que se prepara para el ataque de otro fiordo con el que mantiene una deuda de sangre. Mientras se debate entre la responsabilidad de proteger a su gente y la tentación de sucumbir a la sed de venganza, Harek ignora que su hilo está entretejido con los hilos de los dioses. De sus decisiones dependerá el destino de los æsir y su victoria o derrota en el Ragnarök, que llegará, como los enemigos de su clan, después del hielo.

Como ya sabéis los que me conocéis o me vais siguiendo en el blog, soy una apasionada de la mitología y una de las que más me gustan y llaman especialmente la atención es la nórdica, así que en cuanto encuentro una novela que se basa en ella, me lanzo de cabeza a leerla.
En este caso os quiero hablar de Hijos del Dios Tuerto de Virginia Pérez de la Puente
En un poblado de los muchos que ocupan los fiordos, Harek Haraldson, el jóven jarl, acaba de llegar con sus guerreros de una expedición cuando avista a lo lejos una columna de humo. Lo que encuentra al acercarse con su amigo y segundo, es una granja calcinada hasta los cimientos con sus habitantes dentro y a una única mujer que en vez de haber sido incinerada, sufrió una muerte mucho peor. La visión les deja impactados y nace en el jarl un sentimiento de venganza imposible de parar.
Mientrastanto en Asgard, la morada de los dioses, aparece Urdr, una de las tres nornas que contraviniendo la costumbre de no revelar jamás nada de lo que es tejido en el tapiz del destino, cuenta a los asir reunidos encabezados por Odin en su trono, como el ragnarök es inevitable y como Loki acabará desencadenándolo aunque en manos de un mortal con la cara de Thor, el as del trueno, estará la clave del desenlace final. Odin se obsesiona con esta revelación y emprende un viaje a través de los nueve mundos para saber más, para saber como evitarlo o si no es posible, como vencer. Por otro lado Loki también emprende la búsqueda de la solución que haga que él no acabe siendo el causante del inicio del fin.

Solo leer el argumento ya me entusiasmó así que empecé la novela con unas expectativas muy altas y con muchas ganas. Confieso que quizá por eso me costó un poco que me enganchara pero una vez que lo logró ya no pude parar. A mí que me suelen gustar más los personajes secundarios, en esta novela reconozco que los protagonistas han sabido cautivarme. Harek Haraldson con su carácter fuerte y decidido y a la vez tímido y tierno y claro, su belleza física, Loki, el dios del azar en una visión muy particular que se aleja un poco del loki tradicional y hace que simpaticemos y empaticemos mucho más con él, Arnkatla que empezando por su nombre ya me gusta todo de ella, fortaleza, carácter, sabiduría…
Me ha sorprendido muy gratamente el arte que ha tenido la escritora en entremezclar las historias de la mitología nórdica en su novela haciendo que encaje perfectamente en la trama del libro. Así la lectura tiene doble encanto, el de la propia novela más el aprender o recordar los mitos vikingos. Además tenemos una visión mucho más amplia de los dioses, acercándonos a sus vidas en Asgard e incluso vislumbramos un poco de otros de los 9 mundos. Muchas veces en las novelas que tocan temas mitológicos se mencionan a los dioses pero suelen quedar en segundo plano, aquí no, aquí son protagonistas y juegan papeles decisivos.
Y otro punto que me ha conquistado y que ha ayudado a mitigar la impresión del final son los apéndices, espléndidos tanto el de runas como el de vocabulario vikingo.
Con respecto al final del libro, como comentaba más arriba, una vez que me animé con la lectura, cogí el ritmo y estando toda motivada e inmersa en la novela, en un pasaje especialmente tenso y cruento de repente leo: “agradecimientos” y me quedé en shock, fue como ¿así termina? ¿no hay segunda parte? ¿qué pasa con los protagonistas? me quedé con ganas de más, con preguntas que querían respuestas… el Ragnarök es el Ragnarök pero hay cuestiones que me encantaría haber podido leer como seguían o terminaban. De hecho le mandé un tweet a la propia escritora que me respondió que “para que? si ya sabemos lo que ocurriría”. Bueno, en parte sí y en parte no así que eché de menos un final más final y no un final tan abrupto, eso sí, logró dejarme impactada.

A quienes os animéis a leer el libro, os dejo un link sobre la mitología nórdica para que leáis sus historias y os fijéis que bien las ha sabido tratar la escritora y como no desentonan para nada en el hilo argumental.
Espero vuestros comentarios para saber qué os ha parecido el libro, qué os ha gustado y qué no, recomendaciones de otros libros de la temática, qué os parece Harek… etc.

Mi puntuación, un 8,5.